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miércoles, 21 de octubre de 2020

Modelos conciliadores. No son una utopía

Natalidad y pensiones

Es imposible conciliar sin apoyo de las administraciones públicas y, mucho menos, sin

generalizar la idea de la corresponsabilidad en la sociedad. Esto repercute en la natalidad y en el futuro de las pensiones.


No basta con que exista un centro en el que poder dejar a los niños/as más horas, esa no es la

idea. ¿Es positivo que exista el recurso? Sí, pero que esa no sea la única opción.


Conciliar significa poder tener a nuestra disposición una serie de recursos para no sentirnos

obligados/as a decidir entre vida personal y desarrollo profesional. Ya hablamos en otro post

http://www.lanuevarutadelempleo.com/Noticias/compro-horas acerca de las estrategias a

seguir para hacer algo más sencillo nuestro día a día, pero es una utopía si no existen políticas

públicas de conciliación.


LA SITUACIÓN DE NUESTRO PAÍS.

El marco laboral confuso, la dificultad de acceso a la vivienda, la organización horaria y la

falta de apoyo institucional e incluso social, debido a la permanencia de creencias, roles y

estereotipos patriarcales y machistas, que atribuyen el cuidado de los hijos/as y el hogar

principalmente a la mujer aún en la actualidad, constituyen la principal causa de la dificultad

de conciliar.


El retraso de la maternidad es una de las consecuencias de esta situación. La situación precaria

de las bajas de maternidad y paternidad, en comparación con otros países europeos, y de las

prestaciones económicas y otra serie de ayudas, son algunos de los aspectos más discutidos

en los últimos tiempos.


Actualmente, hemos avanzado en nuestro país en este aspecto, los permisos son de 16 semanas para las madres, y para los padres eGobierno aprobó en marzo del 2019 la ampliación de la duración del permiso de paternidad a ocho semanas desde el 1 de abril del 2019, a 12 semanas a partir del 1 de enero del 2020, y a 16 semanas desde el primer día del 2021, intransferibles, teniendo que disfrutar al menos 4 semanas inmediatamente después de los días de permisos por el nacimiento, recibiendo la totalidad del salario y exentas de retención. Aunque las 16 semanas para las madres siguen siendo muy insuficientes.

Transcurridas las bajas, se establecen permisos por lactancia, reducciones de jornadas hasta los doce años, de un mínimo de un octavo y un máximo del 50%, y las excedencias por cuidados familiares, con la consiguiente reducción salarial, y también de cotización si dura más de dos años. Por parte de las prestaciones económicas, la única ayuda es una dotación de 100 euros al mes durante los tres primeros años de los niños/as, que sólo perciben las mujeres trabajadoras.

Otra idea que se valora es la bonificación a empresas que faciliten la conciliación con horarios

flexibles, como se hace en otros países. Sería una buena opción para ir descartando una idea

propia del sistema de trabajo de la revolución industrial, en la que cantidad es igual a calidad y

a productividad. Y no sólo se debería abarcar la cantidad de horas, sino también la rigidez en

cuanto a la franja horaria concreta que se deben cumplir en trabajos que no responden a esas

necesidades.

MODELOS DE CONCILIACIÓN EFECTIVOS.

Países nórdicos como Noruega tienen modelos verdaderamente efectivos para conciliar. Sus

claves:

 Invertir en políticas de igualdad entre hombre y mujeres.


MODELOS CONCILIADORES. NO SON UNA UTOPÍA.

 Medidas de discriminación positiva para promover el ascenso de la mujer en las

empresas, con una ley de cuotas.

 Centros de educación infantil públicos y concertados que garantizan la escolarización

de todos los menores desde los primeros meses.

 Prestación económica por el importe del coste de escolarización si se decide no llevar

a los hijos/as al centro infantil los primeros años.

 Jornadas laborales flexibles.

 Prestaciones por hijos/as a cargo de 125 euros al mes hasta la mayoría de edad.

 Bajas maternales de 46 semanas con el 100% del sueldo; y de 56 semanas con el 80 %.

 Doce semanas intransferibles para los padres.

 Seis meses de permiso remunerado por cuidado de hijos/as con enfermedad.

 Veinte días al año para disponer de ellos para el cuidado de hijos/as.


Es todo un cambio de mentalidad para el que parece que se están dando los primeros pasos,

cuestionando todo el sistema que lo sustenta. Y es que la calidad de vida y la sostenibilidad de

la sociedad dependen, en gran medida, de la tarea de conciliar.

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